Inquietantes y extremadamente expresivos son los rostros que se muestran en la exposición que tiene lugar en el Louvre. Las esculturas del austriaco Franz Xaver Messerschmidt (Wiesensteig, 6 de febrero de 1736 - Presburgo, 19 de agosto de 1783), que más que del S. XVIII parecen pertenecer al XX o XXI.
Artista obsesionado con las múltiples posibilidades expresivas, quiso plasmar de una manera hiperrealista los 64 rasgos que él mismo había averiguado, utilizando materiales como el bronce, mármol, plomo y alabastro.
Observando estas obras me viene a la cabeza automáticamente la figura de Bernini, el cual un siglo antes, revolucionó el arte con una fuerza y energía genuinas. El movimiento y la capacidad del cuerpo humano en sus múltiples posiciones, pliegues y desgarros. Esa búsqueda de lo momentáneo para tornarlo eterno como obra de arte, lo pasajero y no la inamovible idea, belleza entendida desde otra perspectiva.
Bravo por aquellos que marcan diferencias y abren nuevos caminos.
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