La artista serbia posa en la portada para Elle de enero de 2011, de manera llamativa y sin dejar indiferente, haciendo honor a su fuerte personalidad reflejada en sus diferentes trabajos artísticos a lo largo de muchos años. Un cisne negro con mucha historia y lejos de estar moribundo. Atrevida, intensa y reivindicativa, se merecía una portada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario